¿Sabes qué es VIH y sabes qué es Sida?
Te invito a que nos acompañes para que hablemos de estos temas y aprendamos a profundidad.
Soy Ana Claudia Ossa Giraldo, Profesora de la Facultad de medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia, campus Medellín, trabajo con gran experticia en el área de VIH y soy candidata a Dra. en el área inmunología.
Todos nos preguntamos qué es el VIH y a menudo lo confundimos con el sida. El VIH como su nombre lo dice, es un virus que causa inmunodeficiencia en los humanos, por eso hablamos del Virus de la Inmunodeficiencia Humana; cuando hablamos de esta, estamos diciendo que, el sistema de defensas que tenemos en nuestro organismo pierde su capacidad de defenderse y por eso, se habla de una deficiencia.
Cuando el virus del VIH ingresa a nuestro cuerpo y logra establecer una infección en nuestro organismo, posteriormente esa infección puede desarrollar una enfermedad que se llama la etapa Sida, este es el momento en el que ese virus ha afectado de una manera tan profunda a nuestras defensas que ya esa persona no tiene la capacidad de defenderse contra cualquier virus, parásito, cáncer u otra afectación en su organismo y por lo tanto, empieza a tener unas infecciones que llamamos infecciones oportunistas. Dicho esto, es importante que tengamos en cuenta que, no es lo mismo vivir con VIH que desarrollar la etapa Sida.
Hoy en día, tenemos unos tratamientos altamente efectivos que nos permiten que las personas que vivan con VIH y que tienen un acceso adecuado al tratamiento y una adherencia al mismo, puedan vivir toda su vida de una manera tranquila con el virus bien controlado, sin nunca llegar a desarrollar la etapa Sida.
El VIH es una infección de mucha importancia en salud pública porque al igual que la covid -19 es una pandemia, es decir, es una infección que afecta muchos países en el mundo o los continentes en nuestro planeta.
Aunque actualmente hemos logrado a nivel general, disminuir las tasas de infección de VIH, todavía falta un esfuerzo muy grande para poder culminar las metas mundiales que tenemos de que cada vez haya menos personas infectadas y que aquellas que han adquirido el virus puedan estar diagnosticadas, en tratamiento y con una carga indetectable que es el gol del tratamiento.
Si hablamos de cifras, para el año 2020 de acuerdo a las estadísticas que lleva ONUSIDA, que es la Agencia de las Naciones Unidas que regula y verifica todo el tema de VIH, nos decían que alrededor de 37 millones de personas viven con VIH en el mundo; en ese mismo año (2020) alrededor de 1.5 millones fueron infecciones nuevas y de todas estas, alrededor de unas 680.000 – 700.000 personas tuvieron una muerte relacionada con el VIH y el Sida.
En el tema del VIH el reto grande es cómo podemos seguir previniendo esta infección sabiendo que es una infección prevenible y cómo podemos seguir entendiendo todo el contexto de la infección para poder hacer esas acciones de prevención. En ese sentido, es muy importante tener en cuenta que aunque el VIH es una infección y causa una enfermedad cuando no hay tratamiento, también el contexto sociocultural hace que esta infección tenga unas características de distribución o epidemiológicas muy particulares. Infortunadamente en esta infección prima el estigma social y la discriminación social porque todavía tenemos desinformación acerca de cómo se adquiere la infección, cómo se transmite y asociamos a las personas que la tienen con conceptos prejuiciosos en la sociedad que lleva a tener un proceso negativo, de discriminación. Realmente ese es un punto álgido en este tema porque ese proceso de estigma y discriminación que se da desde la sociedad hacia la persona que vive con VIH e incluso en sectores como el de la salud, genera unas barreras grandísimas en los temas de prevención, de acceso a los servicios de salud y de acceso a los tratamientos, por eso es muy importante que nosotros entendamos que, si bien es cierto, que el VIH es una infección o una enfermedad, el sida en este caso, biológica, en mis palabras, el VIH también padece como una enfermedad sociocultural.
Justamente para que podamos entender la realidad del VIH y tener una información veraz acerca del mismo y con ello, poder disminuir los índices de estigma y discriminación, es importante que tengamos en cuenta lo siguiente:
1. Hoy en día, una persona que vive con VIH es una persona que puede vivir el resto de su vida sin pensar en que se va a morir como pasaba de 1980. Todavía hay muchas personas que creen que vivir o tener un diagnóstico de VIH se considera una sentencia de muerte, eso no es cierto, gracias a los tratamientos antirretrovirales, que es el nombre de los medicamentos que utilizamos para tratar a las personas que viven con el virus del VIH, las personas tienen la posibilidad de tener una expectativa de vida igual a la de la población general o incluso, en algunas ocasiones, superior a la población general. Si tengo VIH, estoy en tratamiento y soy adherente a este, es decir, lo tomo de manera adecuada, no me voy a morir.
2. Estas personas tampoco van a desarrollar Sida porque justamente ese tratamiento antirretroviral lo que hace es controlarnos el virus, al hacer esto, el virus en el cuerpo se impide y estas personas no desarrollan el Sida porque el virus no va a estar en la capacidad de disminuir o afectar las defensas para que se desarrolle la inmunodeficiencia. Yo no me muero por vivir con VIH y tampoco voy a desarrollar sida siempre y cuando, esté con un tratamiento adecuado y sea adherente al mismo.
3. Para entender también el contexto del VIH, es importante hablar del tema de la transmisión. Todavía hay en la sociedad mucha desinformación acerca de cómo se transmite el virus y esto ha sido uno de los puntos álgidos en la generación de esos prejuicios que nos llevan al estigma y la discriminación. Todas las personas que tienen una vida sexual activa, tienen riesgo de adquirir el VIH, independientemente de la edad, el sexo, orientación sexual, de identidad de género, nacionalidad o raza; es importante entender que, aunque hay poblaciones que pueden ser más vulnerables cualquier ser humano que tenga una vida sexual activa está en un potencial riesgo de adquirir el VIH; en palabras sencillas, el VIH no discrimina ni religión, ni sexo, ni de raza, ni ningún tipo de condición sociocultural.
Con esta información es muy importante tener en cuenta que esas posiciones en las que creemos que el VIH pertenece a poblaciones específicas como trabajadores y trabajadoras sexuales, poblaciones LGBTIQ y otro tipo de comunidades son equivocadas porque como lo decíamos anteriormente, cualquier persona con una vida sexual activa podría potencialmente a adquirir el VIH.
¿Qué tenemos que hacer para no adquirir el VIH?
Tener relaciones seguras, lo más importante es usar preservativo y usarlo de una manera adecuada, pero también hay que tener en cuenta que, aunque tenemos una libertad como individuos de elegir cómo vamos a desarrollar nuestra sexualidad, es importante saber que, a mayor número de parejas sexuales, sea tenerlas todas al mismo tiempo o en un lapso, voy a tener una mayor posibilidad de tener contacto con el VIH o con cualquier otra infección de transmisión sexual.
No estamos diciendo que el VIH afecta a las personas que tienen múltiples parejas sexuales, tenemos muchísimos casos de personas que con una sola pareja sexual en toda su vida han adquirido la infección, no es asociar el VIH a un comportamiento específico, pero sí tener en cuenta que a veces asumimos comportamientos que son más riesgosos y que entre más riesgo tenga más probabilidad vamos a tener de adquirir cualquier infección de transmisión sexual como el VIH.
Es importante tener presente: la gente de manera equivocada tiene mitificado en ese concepto de la transmisión.
¿Qué pasa si yo convivo con una persona con VIH?
Cuando se convive con una persona con VIH, aparte de que sea tu pareja, es decir, tu hermano, tu hijo, tu papá, tu vecino, tienes que tener en cuenta que no hay ninguna probabilidad de transmisión, el VIH solamente se transmite por vías específicas y muy especializadas, quiero explicarme en ese punto:
Con covid- 19, esta es una infección al igual que el VIH causada por otro virus que se llama el SARS-CoV-2, ese virus tiene una facilidad de transmisión muy grande porque se hace a través de gotas y por eso, sabemos que en esta pandemia hemos tenido que tener unas restricciones muy importantes en temas de distanciamiento social, contacto humano, manejo de tapabocas porque ese virus se transmite de manera muy fácil, simplemente con los aerosoles o gotitas que eliminamos a través de nuestra boca cuando hablamos, o estornudamos.
El VIH no se transmite de esa manera tan fácil, para que pueda haber transmisión del VIH tenemos que tener condiciones muy especiales:
– Haber tenido una relación sexual en la cual haya intercambio de fluidos corporales, es decir, flujo vaginal, líquido preseminal o semen y que alguna de esas dos personas o ambas tengan el virus, ahí puede haber una transmisión si no hubo uso de preservativo.
– Otra condición que es muy rara, casi ya no se da, pero todavía podría ser una potencial en forma de transmisión, es a través de las transfusiones sanguíneas. Es muy raro que suceda hoy en día porque gracias a los exámenes de laboratorio y las condiciones de calidad que tenemos actualmente a nivel mundial, para evaluar la calidad del componente sanguíneo antes de transfundirlo a un paciente se ha disminuido muchísimo la probabilidad de transmisión, pero esa podría ser otra forma de transmitirse.
– Cuando hacemos intercambio de agujas o de instrumentos que en medicina llamamos de perforación percutánea, es decir, cuando comparto agujas, por ejemplo, para hacerme un piercing, para inyectarme droga si soy usuario o usuaria de drogas intravenosas, esas agujas tienen contacto con la sangre del individuo que acaba de usarla, si yo la comparto con otra persona y vivo con el virus del VIH, no estoy en tratamiento y mi virus está en grandes cantidades en mi cuerpo, entonces yo puedo transmitir a esa otra persona el virus a través de esa aguja. No debemos utilizar de manera compartida ningún tipo de objeto cortopunzante, allí también es importante mencionar las cuchillas de afeitar, todos debemos tener nuestras cuchillas de afeitar de manera individual las barberas con las que nos perfilamos las cejas, cualquier tipo de instrumento cortopunzante debe ser de uso personal para evitar la transmisión de infecciones como VIH y otro tipo de infecciones como, por ejemplo, hepatitis C o hepatitis B.
– Otra forma de transmisión del VIH es la materno-fetal, una mujer gestante que vive con el virus del VIH y que no está en tratamiento transmite el virus a través de la placenta al feto en desarrollo. Hoy en día, sin embargo, es posible que las personas que viven con VIH puedan tener hijos sin VIH, ese es otro logro grandísimo que tenemos gracias a la ciencia porque en años anteriores al igual que como la gente se nos moría de sida porque no teníamos tratamientos efectivos, también teníamos unas tasas de transmisión vertical, es decir, de madre a hijo muy altas, pero hoy se ha podido disminuir eso y la meta mundial es que podamos llegar a 0 transmisiones verticales
Si observamos todas estas formas de transmisión podemos entender que, vivir con una persona que tiene VIH no nos pone en riesgo de adquirir la infección, yo puedo besar a una persona que tiene VIH, yo puedo convivir, compartir los utensilios de la cocina, vivir tranquilamente con ellos y no me confieren ningún tipo de riesgo para adquisición de este virus; así que, los invito a que cambiemos nuestra información y conceptos y podamos seguir disminuyendo el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con VIH.
Hablemos del diagnóstico del VIH
¿Cómo puedo saber si yo tengo VIH o no?
El diagnóstico de esta infección es un diagnóstico muy fácil porque hoy en día contamos con unas pruebas que llamamos pruebas rápidas, estas funcionan como las pruebas caseras de embarazo, en algunos países como Canadá, EE.UU, en alguna región europea, tienen ya de rutina el autotest para VIH, es decir, la persona puede acceder a ese test en la farmacia, hacerlo y funciona como una prueba de embarazo. En Colombia, estamos en ruta de implementarlo en nuestra comunidad, pero las pruebas rápidas pueden accederse en cualquier tipo de institución prestadora de salud y también en las diferentes campañas que se hacen para el diagnóstico de VIH. Ese diagnóstico se hace a través de la toma de muestras de sangre o de una punción pequeña en el dedo a partir de la cual se toman unas gotas de sangre y con ella verificamos si hay presencia del virus o no, en las personas.
Anteriormente el diagnóstico de VIH (estoy hablando de tiempos muy atrás, en los años noventa) era un poco incierto porque teníamos un período de ventana inmunológica muy grande para saber si realmente el individuo tenía o no, el virus.
¿Qué es un período de ventana inmunológica?
Estas pruebas pueden hacer detección del virus de dos maneras: o porque confirmen o detecten directamente la presencia del virus en la sangre, o porque detectan anticuerpos que hemos desarrollado en nuestro organismo para defendernos contra el virus y al verificar, que estos son específicos contra el virus del VIH, se deduce que la persona está infectada con el virus.
Justamente la detección de esos anticuerpos, era la que anteriormente nos daba la dificultad de poder tener la certeza de cuándo el individuo estaba infectado por el virus del VIH, porque con las pruebas que se tenían disponibles para el diagnóstico en esa época, nos podíamos demorar hasta seis meses después de haberse infectado el individuo en detectar esos anticuerpos. Eran seis meses en los que no teníamos la seguridad de, si el individuo había adquirido o no, el virus. Hoy en día, es una historia totalmente distinta, tenemos pruebas de tercera y de cuarta generación (que es como las llamamos en nuestro medio científico) y nos dicen que, con las pruebas de tercera generación, se tiene la capacidad de detectar los anticuerpos dirigidos contra este virus del VIH, incluso con un periodo de ventana inmunológica tan cortico como de tres meses, es decir, si cuando usted se haga la prueba de VIH le están haciendo una prueba de tercera generación y esta le sale negativa, usted va a estar seguro de que, hasta hace tres meses usted no tenía VIH. Pero tenemos también las pruebas de cuarta generación que son mucho más potentes en detectar el virus o los anticuerpos de una manera más rápida, en estas pruebas podemos detectar el virus con tan solo 21 días después de haberse adquirido la infección. Si yo voy a mi servicio de salud y me hacen una prueba de cuarta generación y esta me sale no reactiva o negativa, quiere decir que hasta hace 21 días tengo la certeza de que no tenía VIH, pero es importante tener en cuenta cómo se interpretan esos resultados cuando las personas sí tienen el virus, en este caso, cualquiera de las dos pruebas que se haga (tercera o cuarta generación) salen reactivas quiere decir que se detectó el virus o se detectaron anticuerpos contra él o ambos y pasamos a hacer siempre una segunda prueba que es la prueba confirmatoria, es decir, cuando tenemos la primera prueba reactiva tenemos una alta sospecha de que la persona tiene la infección, pero siempre lo debemos comprobar con una segunda prueba. Una vez se haga la segunda prueba, si esta vuelve a salir reactiva, con eso confirmamos el diagnóstico de VIH de la persona, estas pruebas confirmatorias se hacen para poder tener una gran seguridad de la del diagnóstico o la infección porque aunque es extremadamente raro, puede pasar que algunas personas arrojen unos falsos positivos, es decir, que la prueba ya ha detectado aparentemente una infección, pero por condiciones muy particulares del individuo realmente no haya infección por VIH, por eso siempre el protocolo internacional recomienda que hagamos las pruebas en dos pasos; este punto nos pasa con muchas personas que están en riesgo de infección o en proceso de diagnóstico, el hecho de que me hagan la primera prueba y mi primera haya salido reactiva quiere decir, que realmente tengo una alta probabilidad de sí tener el virus y hago un énfasis en este punto porque hay personas que, de alguna manera en su proceso de aceptación y de duelo del diagnóstico, piensan que posiblemente en la segunda prueba les va a salir negativo y realmente la probabilidad es absolutamente baja porque son casos muy esporádicos y excepcionales. En resumen, el diagnóstico de VIH es muy fácil, muy sencillo y se puede adquirir el servicio en campañas de prevención o también en la Eps, te lo pueden dar tan rápido como en 20 minutos después de haberte tomado la muestra si es una prueba rápida o al otro día aproximadamente si es otro tipo de prueba que es diferente a la rápida.
Hay que hacerse la prueba, si eres una persona que vive con una vida sexual activa, lo importante es que te hagas por lo menos una prueba de VIH al año. Si eres una persona que tienes una condición de sexualidad muy activa, donde tienes múltiples parejas, te recomendamos que te hagas la prueba varias veces al año ojalá cada tres o seis meses.
Es bueno recordar que es más importante tener el diagnóstico, que huir de él, si me diagnostico rápidamente voy a poder acceder al tratamiento y así evitar que se desarrolle en profundidad la infección y llegar a una etapa sida, por el contrario, si yo le huyo al diagnóstico, pero estoy infectado con el virus, le estoy dando tiempo para que establezca una infección mucho más crónica, avanzada y lo que estoy haciendo es deteriorar mi cuerpo.
No le tengas miedo a la prueba, todos nos debemos hacer prueba de VIH.
Tratamiento para el VIH
Es importante que tengamos en cuenta que, a hoy, año 2021, no tenemos una cura para el VIH, pero sí hay tratamientos antirretrovirales que son muy efectivos y que permiten tener un control de la enfermedad.
¿Cómo se controla el virus en las personas que viven con VIH?
Los medicamentos antirretrovirales lo que hacen es disminuir la capacidad de replicación del virus, es decir, que el virus que tenemos en nuestro cuerpo no esté reproduciéndose para que tenga más nuevos virus. A la cantidad de virus que están circulando en el cuerpo de una persona se le llama como carga viral, este es uno de los exámenes que se hace de manera periódica en las personas que viven con VIH para tener una vigilancia de cómo está esa tasa de reproducción del virus: si el tratamiento está funcionando o no y justamente con nuestro objetivo final es que esa carga viral se vuelva indetectable, es decir, que la persona que esté tomando de manera adecuada el tratamiento antirretroviral cuando este tratamiento ya esté funcionando en su totalidad, va a ser una persona que tiene una cantidad tan mínima de virus circulando en su cuerpo que, nosotros la llamamos como indetectable y que hace referencia a que son cantidades absolutamente mínimas que nos garantizan dos cosas:
1. Que el tratamiento está funcionando y, por lo tanto, la persona no va a desarrollar una etapa sida si continúa en esta misma condición de tratamiento.
2. Que el virus no se transmite. Esto es muy importante, porque este fue un resultado científico reciente en el que ya tenemos la certeza de que una persona que vive con VIH, toma su tratamiento de forma adecuada, es adherente a este tratamiento y que su carga viral es indetectable, no transmite el virus a través de sus relaciones sexuales como lo hemos explicado previamente.
Es importante concluir que puedo vivir una vida plena con VIH. Tener VIH sí implica otro tipo de situaciones como tener más probabilidad de desarrollar un cáncer, tener algunas otras comorbilidades asociadas con el virus, pero hoy en día tener VIH no es una sentencia de muerte porque tenemos un tratamiento completamente efectivo que nos permite tener una calidad de vida muy buena y una expectativa de vida completamente comparable con la población general.
Es importante también tener presente otras dos estrategias que son de prevención de adquisición del virus y que están basadas en el uso de antirretrovirales; el antirretroviral son los medicamentos que controlan el virus del VIH.
Hay dos terapias o dos formas de prevenir la infección por el virus, se llaman la PrEP o la PEP:
La PrEP, terapia de profilaxis preexposición: es utilizar los medicamentos antirretrovirales para prevenir que una persona que esté en alto riesgo de infectarse con el virus, adquiera esa infección. Se utiliza actualmente en poblaciones que tienen un alto riesgo de adquirir el virus, por ejemplo, personas en condición de privación de la libertad, trabajadores o trabajadoras sexuales, personas que tienen una pareja que vive con VIH y que no está todavía en un nivel de carga indetectable o que no tienen la posibilidad de hacer una limitación de la transmisión a través del tratamiento, personas que tienen un alto número de intercambio de parejas sexuales y que por lo tanto, podrían estar en un riesgo mayor de adquisición del virus.
La terapia PReP es una terapia que utiliza unos de los muchos medicamentos que hay para tratar el VIH y se suministra a las personas que están en alto riesgo para que lo tomen y así puedan evitar la adquisición del virus.
La PEP es una terapia post exposición, a diferencia de la anterior estos antirretrovirales se utilizan en las personas que han tenido alguna relación de riesgo, por ejemplo, personas que tienen contacto con su pareja sexual, estaban usando preservativo, este se rompe y como no tenemos la certeza de cuál es el estatus de VIH de la persona con la que estoy teniendo sexo, puedo acceder a la PEP para evitar que si hubo una transmisión del virus mediante esa relación de riesgo, se evite y que ese virus establezca la infección.
Aquí es muy importante aclarar que la PEP tiene que tomarse máximo 72 horas después de que se haya dado esa relación de alto riesgo y es muy importante también tener en cuenta que en nuestro país, en Colombia, está reglamentada como un servicio de salud de urgencias y que no está limitado al código fucsia que es el código que llamamos para atención a las víctimas de violencia sexual, es decir, no se necesita ser una víctima de violencia sexual para acceder a la PEP, cualquier persona que haya tenido una relación de alto riesgo tiene derecho. En otros países tenemos diferentes normativas en el manejo tanto de la PEP, como la PReP y como los antirretrovirales de acuerdo a los sistemas de salud específicos de cada país.
La última cosa que debemos tener en cuenta es que, en Colombia, de acuerdo a las últimas guías de práctica clínica del VIH que fueron publicadas en octubre de 2021, se genera la recomendación de utilizar PReP en la población colombiana, cosa que todavía no teníamos acceso a ello antes de que saliera esta guía de práctica clínica, es decir, hoy, en Colombia las personas que pertenecen a poblaciones de alto riesgo para adquisición de VIH deben tener acceso a PReP a través de sus Eps.
Con el VIH todavía tenemos una gran expectativa de vida, que, aunque es una infección que no tiene cura, sí se puede controlar y tenemos que hacer una concientización social para disminuir todos esos índices de estigma de discriminación por la desinformación que hay referente a la infección.
Gracias por acompañarnos, esperamos que la información que les brindamos les haya permitido profundizar más en su conocimiento sobre el VIH.