Trastornos de eliminación ENURESIS Y ENCOPRESIS

Trastornos de eliminación ENURESIS Y ENCOPRESIS

y toda la parte fisiológica que nos acaba de explicar el doctor, quisiera que hagamos un debate entre los cuatro, acerca de los factores psicosociales que pueden afectar a los niños, ¿Qué problemas esconde estas manifestaciones de alguna manera?

Luz Ángela y Luz, desde su experiencia también nos pueden contar acerca de esto

Luz Ángela yo quiero señalar un poco a partir de la intervención que hace el doctor, precisamente como resaltar esa importancia de que inicialmente esté esa presencia del médico en la evaluación de la sintomatología por un lado, y por otro lado, también  el tema de la ansiedad que el cuidador transmite al niño a la hora de tener esa expectativa tan precisa de que haya un control de esfínteres a una edad determinada, en un tiempo muy corto también. Muchas veces por las necesidades de los adultos, por la urgencia de tiempos que manejamos actualmente, quería enfatizar allí en la importancia de permitir también esos ritmos y no transmitir nuestra necesidad urgente de que desaparezca o de que haya un control con lo que podemos más que ayudarle al niño a agudizar o generar incluso un problema que no es un problema inicialmente cuando estábamos hablando también de la prevención.

Luz Gil: me gustaría decir que el Doctor Gabriel habla de la palabra “estigmatización” y eso es lo que vive un niño cuando está sufriendo de este tipo de síntomas o de esta enfermedad que puede ser biológica o más bien mental o emocional. A veces también pienso que las expectativas de todos y no digo solamente los educadores, sino también de los padres, no necesariamente tienen que ver con la parte financiera, sino que es que el niño de mi vecina ya con 2 años no necesita, entonces usted también porque si él es capaz, usted también.

Mis dos hijos tuvieron un proceso completamente diferente; de mi hija no sé, me imagino, creo que con dos años ya no necesitó nada, ni en la noche y mi hijo necesitó de mucha paciencia y un proceso muy largo y aquí viene un punto en el me puede ayudar el Doctor Gabriel y es que, he leído en muchos documentos y muchos estudios dicen que la enuresis puede ser heredada, es decir, hay un alto porcentaje de heredar esta enfermedad o este trastorno si uno de los padres o los dos padres también sufrieron en su infancia de enuresis y una cosa que para mí es muy importante y que siempre le digo a los padres cuando se enojan por qué otra vez, por qué no pueden, por favor ayúdenle y yo siempre les digo: ustedes creen que un niño o un joven (porque el problema no solamente es de los niños pequeños, también hay muchos jóvenes en adolescencia sufriendo de este tipo de trastornos), desafortunadamente yo pregunto, usted cree que su hijo, su hija, lo hace por gusto, por rebeldía, no. Nadie, no creo que ningún niño haría eso para luego sentirse estigmatizado, ridiculizado, es decir,  siempre respondes esa pregunta, lo hace porque sencillamente como dice el Doctor Gabriel, su cerebro donde tiene que madurar no está maduro aún o porque como dice la Doctora Luz Ángela hay otros factores externos que también están haciendo que esta situación ocurra; se fue el mejor amigo de la escuela, cambiamos de casa y esta no me gusta, no me siento bien y pueden ser muchos factores externos que no creeríamos que están influyendo negativamente en el niño.

Dr. Gabriel: respecto a lo que Luz está mencionando, no se habla de un gen o un grupo de genes o una forma en el procesamiento genético que pueda explicar este asunto de que padres que han tenido la misma situación tienen hijos con la misma situación, pero sí está claro que sucede, cómo sucede, sí está en la genética, sí está en el comportamiento u otras cosas que todavía no lo sabemos, pero sí está por supuesto bien descrito y bien relacionado en la literatura esa conexión y lo que se puede notar, ya en la experiencia es algunos rasgos en el comportamiento, algunas formas de relacionarse como lo mencionaba Luz Ángela, que le pueden a uno indicar que tal vez lo que hay es un patrón entre generaciones de maneras de ir con ciertas cosas que ayudan a que ese comportamiento que yo traté de comparar con la caja del portero y demás, vaya de cierta manera, lográndose consiguiéndose de x o y forma.

Si bien es cierto es algo que huele, como lo dijo Luz, también tenemos que sumarle a cómo reacciona el niño y aunque la causa sea secundaria y haya algo orgánico allí, el fenómeno emocional posterior a que esto está pasando también influye en cómo va a poder lograrse o no la recuperación. La sociedad también ha estigmatizado mucho todo lo que corporalmente hablando no huele bien, tenemos todo lo habido para cambiarnos los olores naturales y pues eso es respetable y válido de cierta forma, pero tiende a generar una presión impresionante sobre aquel que no va con la norma y eso produce más ansiedad, más dificultad de adaptación y mucho más en chicos grandes. En los datos, en Colombia no los tenemos, pero lo que dice la literatura europea en especial es que 1 de cada 10 niños de 7 años puede tener enuresis y en la adolescencia seguir ese porcentaje, es decir, en un curso de 30 chicos hay 3 que les pasó y puede ser no solo algo nocturno, puede tener un comportamiento diurno y que ese porcentaje es un poco menor, pero lo hay, o sea, es facilísimo encontrárselo en un colegio en cada aula.

 Luz Ángela: hablábamos de los asuntos psicosociales y quería rescatar ahí algo de la intervención de Luz y del Doctor y es el tema también de las medidas que se van pasando como de generación en generación y es el uso de la restricción, por ejemplo, entonces que, si se hizo en los pantalones, yo le hago que lave la ropa o que se quede todo el día sin ropa por la calle para ver cómo se va a sentir y todo lo que implica eso desde el punto de vista psicológico. El impacto que ha de tener para mí no solo la reacción del cuidador que tampoco habría que juzgarlo por eso porque con él lo hicieron de la misma manera y por eso digo la misión también generacional, sino también el impacto desde el punto de vista de la identidad, por supuesto, empiezo también a identificarme con el niño que tiene que estar escondido, con el que es despectivamente señalado como “este mión de la casa que siempre está por allá” todo lo que eso implica posteriormente para los procesos de acompañamiento, que es algo como que no se ve directamente; nadie llega, digamos en la edad adulta a consultar, yo vengo a consultar porque es que cuando estaba pequeño me decían de ésta o esta manera, pero en la búsqueda sí se encuentran esas experiencias que se tienen allí en la forma que utiliza el adulto también cotidianamente de tratar de solucionar la situación, complejo el tema.

Celene: sí como tú dices es complejo desde esa mirada, pero también complejo  desde las familias o los padres de familia que de pronto no quieren que nadie se entere y que realmente se encierran y no comparten, no buscan ayuda profesional y esto hace que entonces el trastorno de los niños avance a una edad de 10 12 años inclusive, en este caso, ¿¿Qué sería lo recomendado por parte de ustedes, a esos padres de familia que no se atreven de alguna manera a buscar esa ayuda?

Luz Gil: yo lo que digo, lo puedo decir como víctima, como educadora y como mamá también de un niño que sufrió de ciertos trastornos. Lo más importante que hay que hacer es de verdad tener todo el entendimiento y la paciencia para el niño que está sufriendo en este momento y darle la seguridad plena de que todo estará bien, de que se le va a acompañar, se va buscar ayuda,  de que se le ama incondicionalmente y de que es algo que él no está provocando porque lo quiere, sino porque sencillamente es su cuerpo, se va a buscar cómo te podemos ayudar, o sea hay que propiciar un ambiente de seguridad de mucho entendimiento y de mucho amor, pienso que es lo primero que un padre debe saber y hacer en ese momento.

El problema es que cuando no se tiene esa sensibilización frente al tema, tanto como padre, como familiares, como educadores, es muy difícil porque Luz Ángela lo dijo tan claramente y eso es lo típico, “otra vez se orinó, este mión”, eso es tan típico en nuestros países latinos, pues yo aquí, claro las mamás han venido. Un caso también que tuve, “por favor ayúdenme, mire todavía, mire la edad del niño, casi seis años y el niño de días se orinaba en el kinder y la mamá siempre le decía vas y buscas a la señora Gil, ella te ayuda, porque ella sabía y el niño sabía, solo hay una persona allá que no me va a decir otra vez, otra vez, no eres capaz de ir al baño. No es que no es capaz, es que le falta algo para lograrlo y cuando tú logras que el niño sepa cuando le pase eso, vienes a mí que yo te voy a ayudar, no te preocupes por nada porque no voy a señalarte, no va a pasar nada, cuando logras ese puente el niño va y te dice: profe, necesito otra vez pantalones frescos, ¿me ayudas? entonces sabes que todo será un secreto y que aunque hayan 80 niños en el kinder, nadie se dará cuenta, pero también protegerlos de ese entorno, naturalmente que los otros han visto que el jean está mojado, que la mancha no es  del estilo, pero luego en los grupos tienes que forjar el respeto por esas particularidades, el respeto por el otro, igual lo que pase, o sea esto es un trabajo, un proceso largo, no solo las familias, no solo en las escuelas, en los kínderes porque también los niños de 3 a 6 años se pueden hacer bullying, pero digamos que esto que hacemos hoy, es una pequeña gotita particularmente en una piedra de agua caliente, si muchos lo escucharan sería espectacular para que piensen que un niño que siempre recibe, lo que dice es, Luz, “mire, venga a cambiar a este que otra vez se orinó” y lo escucharon los otros 30 niños, ¿ustedes qué creen que cómo uno se siente?, pues les digo que yo a la edad que tengo, sé cómo uno se siente todavía y a esta edad no es que diga “ya lo superé” pero no lo he olvidado y por eso se convirtió en una causa personal.

Luz Ángela: yo quiero hacer un poco de abogada de los papás también que se enfrentan a estas situaciones, generalmente está también la pregunta de qué es lo que estoy haciendo mal y el juzgamiento también de los otros, de las abuelas, pero es que usted no la enseña, pero es que usted no le dedica, pero es que usted tal cosa y por supuesto esto está frente a una pregunta que en el trabajo con cuidadores aparece todo el tiempo o no sé si es una pregunta, pero esa sensación interna que yo hoy me atrevo a decir que tienen todos los papás en algún momento de su vida y es si soy bueno o soy mal papá o soy buena o mala mamá y por supuesto, si hay algo que no está funcionando ha de ser que no soy buena mamá, no soy buen papá o me falta algo y en ese sentido, entonces creo que también es la razón por la que viene el ocultamiento de la conducta y allí viene la recomendación, por mucho que hagamos, a veces los papás van a cometer errores y no siempre existe una fórmula mágica para para hacer las cosas de una excelente manera, sin que ocurra algo inesperado, a veces inexplicable en muchas ocasiones, entonces aceptar, aceptarse también incondicionalmente como cuidador, sin juzgarse para poder también no juzgar la conducta del niño, sino simplemente observarla y mirar cómo acompañar, es fundamental.

Celene: es interesante también lo que nos dice Luz Ángela, considerar a esos papás y quisiera que el doctor nos contara si de pronto hay una dinámica, un esquema que nos ayude a nosotros como papás a entender cómo se da ese proceso, si existe un juego que podamos implementar en las casas para ayudar a los niños en todo este proceso:

Dr. Gabriel:  sumado a lo que Luz Ángela y Luz han mencionado, yo me devuelvo un poco a una intervención precisamente de Luz Ángela en donde ella dijo, no todo es emocional, hay que buscar otras causas. A los papás les diría, alta probabilidad de que tu hijo no esté enfermo, tenga un proceso madurativo que puede estar matizado por unas situaciones emocionales, sin embargo, tenemos que hacer bien la tarea con unas preguntas, con un diario de la diuresis, de la micción o de la defecación para fijarnos que sea un asunto de comportamiento, de rutina, de metodología y no estemos encubriendo otro tipo de cosas.

¿Como qué otro tipo de cosas que no sea visible al examen físico? el trastorno de déficit de atención con hiperactividad puede tener una comorbilidad como enuresis, los trastornos de ansiedad, la depresión que cada vez vemos más frecuente en niños y cada vez corriendo su edad a edades más tempranas y con unas manifestaciones que no es la que esperaríamos del adolescente o de los jóvenes, ahí lo que digo es, si la situación se presenta de día, por ejemplo, hay comportamientos extraños hay otro tipo de cosas quedarse solo con que debe estar estresado o estresada o solo es madurativo es para que lo diga alguien que se ha tomado el tiempo suficiente de hacer una tarea completa, segundo, si se llega a esa conclusión, aparte de reforzar el valor que han tenido los padres de tratar esta situación, de llevarla y otros cuidadores es esto lo más probable es que en un tiempo esté diferente, por supuesto con compromiso y trabajo, o sea como dicen por ahí, hay luz al final del camino; quizás un poco, tolerar la incertidumbre de cuándo es el final del camino, es algo importante entre otras cosas para ayudar al niño sin alimentar la ansiedad familiar.

Ya después de esto dependiendo de lo que se vaya dando en el entrenamiento que como dije quizás tiene que ver con volver a aprender a ir al baño, rutina, dependiendo si lo que el niño hace es ir muy frecuente, pero con cantidades pequeñas o esperar, esperar, esperar, hasta que se rebosó y ya no pudo hacer nada más o tiene malos hábitos de alimentación y de ingesta de líquidos algunos de los cuales pueden ayudar a que la vejiga esté más hiperactiva, en general el sistema nervioso esté más hiperactivo, eso es parte del trabajo de meses, lograrlo, estabilizarlo y ver los resultados posteriores, sobre todo también en estreñimiento porque el niño cuando tiene estreñimiento y hace materia fecal dura y voluminosa, genera una reacción para evitar sentir dolor lo cual se convierte en un círculo vicioso y empeora las cosas, también puede llegar a ser necesario la terapia farmacológica.

Y por fortuna tenemos esto que mencionaba Celene, que es a través de la diversión, de juegos, que el niño también re-entrena los esfínteres, aprende a relajar porque también es una de las situaciones, el niño aprendió o sufrió una situación que lo incomodó, sentía dolor y entonces ya sabía qué tenía que hacer, pero me acordé que eso duele muchísimo y se pone tenso y por eso, no relaja sus esfínteres.

Existen programas como el biofeedback en donde el niño ve un conejito que va subiendo una cuesta y que luego se deja relajar o un avioncito que tiene que subir unas nubes y luego tiene que aterrizar o diferentes elementos de imágenes que al niño le llaman la atención, lo entusiasman, se relacionan con cosas agradables que le van no enseñando cómo se relaja, sino que hagamos con este muñequito, con el avión, con el barco, con la flor, con el conejo, lo que necesitamos para que tu cabecita vuelva a aprender y también a la vez ese elemento envía impulsos eléctricos en el periné, esa área de nuestra anatomía que está justo bajo los genitales y el ano (en medio) envía señales eléctricas suaves como unas cosquillitas para que se concentre un poco y lleve su atención allí y aprenda un poco qué es lo que tiene que re-entrenar.

¿Hay posibilidades? Sí. Hay posibilidades de que, con el tiempo, la maduración, el niño controle. Sí, las hay y por fortuna, con buen pronóstico por decirlo así, que en cada paso de la terapia tenga la posibilidad de volver y decir qué sucede con mi alimentación, qué sucede con mi descanso, qué sucede con la actividad física, está esto funcionando o no y eso nos da la posibilidad de decir será que se nos pasó a otro tipo diagnóstico y volver a mirar lo menos frecuente, ya se habrá descartado la infección de orina, ya se habrá descartado una diabetes, sea por déficit de hormona antidiurética o por exceso de azúcar, ya se habrán mirado otra serie de cosas y si el rastreo vuelve a decir no, parece que por allí no hay nada, seguimos avanzando, hay luz al final del camino, hay posibilidades y todos aprenden de la misma situación porque es muy posible que uno vea cómo el simbolismo que tiene, lo que le pasa al niño en su síntoma está metido en otra parte de la vida de los padres. Temer a equivocarse como padres como lo dijo Luz Ángela, la palabra castiza sería de otra manera, temer a embarrarla, por ejemplo, o estar teniendo que contenerse mucho en cosas, en sus emociones, hay mucha información que se puede ir poco a poco relacionando en la consulta y aportándola para para el bienestar de toda la familia y por supuesto, del niño.

Celene: Doctor Gabriel excelentes herramientas que nos deja para ayudar como usted dice al bienestar de los niños.

Hay otra parte que me parece muy importante, es ese acompañamiento psicológico y más cuando hablamos de temas muy puntuales como el bullying, ya sea en las mismas familias o en los colegios, quisiera que Luz Ángela nos hable un poco de esto y cuál es ese consejo si es necesario de alguna manera tener un acompañamiento psicológico para apoyar a los niños:

Luz Ángela: yo quisiera decir algo general para llegar a la particularidad del tema que estamos hablando y es que la crianza en general necesita tiempo para saber qué está pasando con mi hijo, cómo está pasando, si voy a hacer un tratamiento también para acompañarlo. En el caso del control de esfínteres, por ejemplo, acompañar porque es un proceso, no es algo que se da automáticamente que yo le digo a mi hijo, ya estás demasiado grande entonces vamos a dejar ese pañal y ahí eso ya pasó, pues en algunos casos ocurre con niños que están muy normatizados o que tienen ciertos asuntos ya organizados por la forma como han sido las prácticas de crianza familiares, pero en términos generales no es algo que se dé automáticamente, necesita acompañamiento y lo mismo ocurre con los tratamientos, en muchas ocasiones ni siquiera es necesario la ayuda de un profesional por mucho tiempo cuando tenemos una familia comprometida que está observando lo que está pasando, que está acompañando de una manera incondicional como decía Luz ahorita en su intervención, sin estar juzgando y va pasando lo que se espera también con ese acompañamiento.

En el caso del acompañamiento cuando hay bullying de por medio y todo lo que viene a nivel familiar, yo soy partidaria del trabajo en las instituciones educativas con los docentes, con los estudiantes y mucho más a nivel grupal, retirar por ejemplo, al niño del aula de clase de una manera controlada para hacer una intervención con el grupo, convertir el grupo también en un acompañante o  contenedor de la situación, que se pueda comprender lo que está pasando, que se les va a colocar un límite también a los que están siendo generadores de burla, por ejemplo, y el trabajo grupal es maravilloso en ese sentido porque siempre aparecen quienes quieren acompañar al niño y contener a los demás que quieren de pronto burlarse o generar alguna presión

En el caso de las familias, igual. Siempre en nuestras familias antioqueñas es muy usual la forma cómo nos dirigimos al otro con burla, con señalamiento de lo que falta, de lo que no está, de lo que debería ser, de lo que el otro niño de la familia sí hace, esa comunicación también es supremamente importante para que no se incremente el impacto de algo que podría ser un trabajo muy cotidiano, y siempre soy muy abogada de eso, de hablarlo entre todos, de nombrar lo que está pasando, de permitirle al niño también espacios en el interior de la familia, de señalar cómo se siente a través del juego. Me parece que hay una necesidad de rescatar esos espacios de juego a través de los cuales el niño pueda manifestar sus angustias, lo que está implicando para él el hecho de enfrentarse a una situación que no puede controlar y que todo el mundo le exige que controle, que todo el mundo piensa que es un asunto de falta de voluntad, pero como decía Luz ahorita, el niño no se levanta y dice, hoy si me voy a orinar en clase, por supuesto que no lo hace de esa manera, de hecho, hacen grandes propósitos y en la consulta los comparten como si fuera un asunto de yo sí, hoy sí puedo, muchas veces más allá de eso y es necesario tenerlo en cuenta, así haya una intervención profesional o sea solamente un acompañamiento a nivel familiar.

Existen técnicas que permiten motivar o generar patrones de conducta que refuercen el hecho no tanto del control como tal de esfínteres, sino de las aproximaciones que el niño va teniendo a la conducta que estamos esperando, dar algunos refuerzos cuando se logra la conducta esperada, ignorar la conducta cuando se presenta, son formas que permiten al niño por lo menos motivarse para para llegar a lo que se está buscando.

 Celene: seguimos sumando herramientas útiles para que los cuidadores, los padres de familia puedan acompañar a sus hijos en esta tarea, es súper importante también resaltar lo que decía Luz Ángela, el tema de la comunicación siempre será muy importante, con los niños, con profesionales como ustedes e inclusive con los educadores. Nos faltaría Luz para que nos cuente un poquito acerca de ese acompañamiento, cómo se da en el jardín, en las escuelas, si existen algunas dinámicas y juegos para acompañar a los niños en este proceso.

Luz: no es una cosa que está en nuestro plan, pero se da sencillamente. Antes de responder a esa pregunta yo quería decirles que para nosotros como educadoras y pienso que para cualquier educador, lo más importante cuando el niño va a ingresar en la institución que se hace, por ejemplo, esa presentación del niño, cuando duerme, qué les gusta, que no come, etc, también sería importante que los padres de una vez sean muy sinceros y expongan la situación abiertamente y digan ok mi niño tiene todavía este problema o mi niño todavía no tiene control de esfínteres, cómo podría ayudarle, de modo que ellos ya sepan que no le van a poner una estampa aquí y “aquí viene el mión”, sino que aquí viene el niño que va a necesitar que se le recuerde tal vez más frecuentemente o se le pregunte ¿necesitas ir al baño? o ¿quieres que te acompañe? tener como eso más en cuenta. También trabajamos con proyectos, no solamente que serían proyectos para kínder  sino también para instituciones educativas, cualquier escuela, como decía Luz Ángela, proyectos para nosotros, estos son momentos o procesos que permiten a los niños aprender en grupo y cómo respetar al otro; tenemos algo que yo he ofrecido muchas veces sobre todo los niños más grandes a partir de los 5 o 6 años que se llama “seres raufen” que en español sería como “lucha justa” y son una combinación de juegos que se hacen durante más o menos ocho o diez sesiones donde los niños aprenden a tener una postura fuerte o hacer fuertes y aceptarse como son, pero también aprenden a protegerse ellos mismos en ciertas situaciones, pero también hay muchos juegos, libros, en donde los niños pueden aprender a aceptarse como son, quererse como son y partir de sus fortalezas y no de sus debilidades. Les puedo contar que incluso un niño de 3 años que ha participado en nuestros proyectos o que ya llevan por ejemplo seis meses en la institución donde trabajo tienen la capacidad de aprender a que si a otro niño le pasa algo así, de repente tiene el pantalón mojado, lo primero que hacen es venir, en este caso, a donde mí y decirme profe: “creo que María se orinó en los pantalones” y eso significa que puedes ayudarla y a veces ellos son los padrinos que le dice ven yo te ayudo y yo te explico cómo funciona todo; y tienen su espacio cerrado, privacidad y no hay un compañero que diga “aquí va, que se orinó María, denle el espacio” sino que todo funciona, es un sistema que ya es conocido por los niños y funciona de una forma muy respetuosa y es muy linda, hay muchas estrategias, muchas cosas que te pueden ayudar sobre todo para darle la seguridad al niño y pues también a los padres de familia, darles herramientas de cómo ayudarle a los niños en la casa.

Luz Ángela: es muy importante en ese proceso de acompañar a los niños, que los papás o los cuidadores en general observen cuáles son los aspectos que puedan después de haber descartado muchos otros elementos, los aspectos que por ejemplo, puedan estar generando el temor. Quisiera contar acá una experiencia que tuve con alguno de los chicos que hice intervención, su temor era que la taza del baño era muy amplia para su tamaño y él tenía el pensamiento de que se iba a ir por el hueco del sanitario, la solución simple para eso fue colocar un adaptador y ya. A veces hay cosas demasiado pequeñas que con la observación se pueden también solucionar; yo creo que la forma de observarlas o de darse cuenta es, como si esto fuera un temor a qué le podría tener miedo mi hijo, de qué podría estar pensando que va a ocurrir. La observación es muy importante y la observación sin prejuicios, sin juzgamiento, nos da muchísima información a la hora de acompañar.

Celene: Doctor Gabriel, qué otras herramientas podemos tener presentes desde su punto de vista, desde su conocimiento como pediatra, tal vez tenga alguna anécdota por contar, que creo que también es muy importante para las familias porque a veces se sienten identificadas.

Les puedo contar más o menos esto: niños que no descansan o no duermen bien, tienen más fácil enuresis. Eso puede estar relacionado, por ejemplo, con rinitis alérgica, las alergias están aumentando en proporción con el paso de las décadas entre un ambiente más contaminado, por supuesto, pero además más modificaciones de los alimentos. Somos en nuestra constitución corporal y en alguna forma, nuestra constitución mental derivados de nuestros alimentos después de que nacemos y nuestra mamá nos entregó todos los nutrientes a través de sangre, en el cordón umbilical, tenemos que venir a hacer todas las reparaciones, reconstrucciones, renovaciones y mantenimiento de nuestras células desde nuestros alimentos, es un concepto de ayurveda; y si no nos alimentamos bien, si utilizamos muchos alimentos procesados, con color artificial, sabor artificial, bastante azúcar que están a la orden del día sin regulación adecuada todavía, al menos en nuestro país, tenemos más chance de desarrollar alergias y mucho más si hay una predisposición familiar a ellas y un niño que no descansa bien, no hace ciclos de sueño completos adecuados y no hace los procesos de recuperación que tiene que hacer, yo he visto niños que roncan porque tienen crecimiento de adenoides, crecimiento de amígdalas, no duermen aunque las horas del sueño los papás las pueden relatar dentro de rangos adecuados, son sueños de despertares intermitentes por apneas más frecuentes y el niño no descansa.

Y la otra es la exposición a pantallas porque también se tiene un sueño que no es el adecuado por sobreestimulación y porque aun escogiendo los canales para niños uno no sabe qué procesamiento mental hace el niño con la información que les llega a través de la pantalla, son niños que pueden generar temores como lo como lo mencionó en su momento Luz Ángela, pero no tienen que ver con la ida al baño necesariamente, tienen que ver es con otras exposiciones que tienen durante el tiempo de vigilia. Otra, es que aunque no sea relacionado con la ida al baño, las represiones, las sobre exigencias en los niños, la normalización de su comportamiento o la inducción del seguimiento del comportamiento familiar los ponen a tensión, los ponen tirantes entre lo que ellos pueden ser y lo que lo que quieren ser adentro y lo que les puede permitir el ambiente afuera,  son niños que además, por ejemplo, rechinan los dientes y no tienen ningún problema de la mordida, uno va viendo cómo hay una constelación de señales que le dicen el niño se encuentra en un ambiente donde puede haber bastante tensión, donde hay sobreexigencia en algunos niveles y su descarga es a través de la orina, su momento de recapitulación de todo esto es en el sueño, si se orina en las siestas en el día tienen que mirar otras cosas, ya de la parte orgánica, pero en un poco más a profundidad los aspectos psicológicos, entonces sacado de la experiencia profesional les puedo decir eso, chiquitines que tienen alergias, que no descansan bien, pueden tener más fácil el desarrollo de estas situaciones y si miramos un poco más atrás, pues tienen que ver con la alimentación, pero también con los contextos donde se encuentran. Padres que se han acostumbrado a tener alta exigencia sobre ellos resbalan fácilmente con la exigencia con sus hijos, se piensan un poco el niño más adulto, que me dé un poco más el comportamiento deseado, que rinda un poco más, que alcance un poco más, eso para la orina.

A veces pasa porque el niño indirectamente está observando situaciones tensas en el hogar que no “están relacionadas con situaciones de pareja” entonces también lo ve uno cómo la pareja está enredada con algo sea de ellos, sea de la crianza y el niño está temiendo a quedar en el aire, como que aquí estas personas ¿será que se quedan conmigo?, ¿será que no se quedan conmigo?, ¿será que papá se va?, ¿será que mamá se va?, cosas por el estilo pueden hacer influencia por lo menos de manera transitoria en el comportamiento de evacuación urinario o en la defecación.

Celene: debemos dar por concluida esta charla que seguro nos deja muchos aprendizajes, muchos consejos para aplicar con nuestros niños a nivel de familia, en las escuelas, también otros profesionales que nos están escuchando pueden tomar algunos apuntes de acá, la verdad se nos queda corto el tiempo para el tema, me gustaría que ya para finalizar cada uno nos dijera ¿qué tener en cuenta, ¿qué hacer y qué no hacer para acompañar a los niños en este proceso?

Doctor Gabriel: lo que quiero decirles como a modo de conclusión, es que este trastorno es frecuente, es importante no dejarlo guardado tras las puertas de la casa para no generar todas las repercusiones que vienen en la autoestima y el desarrollo de los niños y de la familia, es importante empezar por saber que no hay algo orgánico y los tratamientos son exitosos, necesitan del compromiso de toda la familia, sirven para un montón de situaciones extra que no solo son relacionadas con los trastornos de evacuación.

Luz Ángela: enfatizar en no juzgar y no juzgarse por una conducta que puede ser preocupante para las familias en algún momento de lo que tiene solución si se atiende oportunamente y con el tiempo que requiere para que el niño pueda percibir ese acompañamiento. No pensar que el hecho de necesitar ayuda o recurrir a algún acompañamiento significa que no lo están haciendo bien o que están fallando como padres, hace parte de la cotidianidad de muchas familias, más de lo que ustedes creen y esa es precisamente la razón por la que quisimos hacer un espacio como este para que ustedes sepan que no son los únicos, que no están solos en el proceso y que hay muchas personas estudiando el caso o las situaciones y es precisamente porque son recurrentes.

Luz: yo creo que lo primero es, no les ofrezcas regalos para que mejoren esta condición porque ellos no pueden hacerlo así, acompáñalos con mucho amor, con mucha paciencia, incondicionalmente y estar presente siempre para ellos, es lo mejor.

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