¿Cómo decirle a un niño que tiene cáncer?
¿Cómo manejamos la información de la noticia o de tratamiento del cáncer en los pacientes que son pediátricos? es decir, estos niños chiquitos que arrancan nuestros corazones.
Es bastante difícil o a la vez sencillo. Creo que lo más difícil de explicarle a un niño que tiene cáncer o que vamos a hacer radioterapia, son sus padres porque ellos tienen mucha mayor conciencia. Lo que yo normalmente hago cuando estos pequeñines llegan a consulta, es explicarles que hay una enfermedad muy seria que requiere de un tratamiento muy complejo, muy largo, pero que vamos a poder luchar contra ella y necesitamos que nos ayuden. Ellos tienen un gran compromiso y entienden que no se sienten bien, hay que acompañarlo mucho de psicólogos, hablar mucho con terapia ocupacional y con los padres porque si se diagnostican los tumores pediátricos en etapa temprana, la tasa de curación es de más de un 70% a 5 años, cuando en Latinoamérica estamos alrededor de un 30% a un 40% porque los pacientes están llegando tarde.
¿Qué le explicaría yo a un niño que tiene cáncer y que voy a darle radioterapia?
Básicamente hablamos de algo que ellos ya saben, normalmente ya han recibido tratamiento antes y les diría que estamos hablando de una enfermedad que está en su cuerpo y que tenemos que quitarla porque si no, no va a dejar de sentirse mal, vamos a hacerlo con una estrategia muy divertida, es como una especie de nave espacial en la cual él va a viajar como si estuviera en un parque de atracciones, lo más importante es que no le vamos a picar, no le va a doler, no va a sentir nada y vamos a poder hacer una máscara o un colchón para que pueda viajar con su superhéroe favorito porque eso le va a dar poderes para luchar con esa enfermedad que ya lleva tiempo. Lo único que va a tener que hacer, es estar quieto y vamos a estar contándole todas las cosas y cuentos o canciones que a él le gustan mientras está recibiendo un tratamiento.
Una de las ventajas es que vas a poder estar tumbado, quieto, no vas a sentir nada y cuando pase un ratito, una o dos canciones vas a poder bajarte y seguir jugando con tu mamá, tus hermanos, eso creo que es uno de los secretos para la bondad de la radioterapia y normalmente a partir de los dos o tres años, no es requisito sedar a los pacientes. En niños, la mejor radioterapia es la que no se da, con lo cual yo siempre digo que mejor que no sea necesario, pero hay que contar con un grupo que tenga esa sensibilidad y esa paciencia para que ellos nos acompañen.
Los niños suelen ser muy conscientes de la gravedad de lo que padecen más de lo que nos imaginamos, pero en un sentido mucho más noble de bueno o malo y nada más, no preguntan, pero cuando tienen dudas te lo preguntan y te dejan de piedra, yo he tratado algunos niños y les decía: ¿Oye porque te quedas tan quieto? es que yo sé que si me quedo quieto me voy a curar con lo cual te tengo que obedecer para que salga todo muy bien y eso me pasa con la mayoría de ellos, saben muy bien cuál es su propósito de estar aquí y tienen ganas de vivir con lo cual podemos darles calidad de vida.
Hace poquito llegó un niño que el riesgo era que había que quitar una parte de su brazo y dejarle sin mano derecha para toda su vida desde los 6 años, gracias a una cirugía que se hizo seguida de radioterapia le ha permitido volver al campo y jugar con sus amigos y tener un desarrollo como un niño más en la comunidad. Este tipo de abordajes en los cuales estamos ayudando a que estos niños que son nuestro futuro, puedan superar esta enfermedad y sobrevivir, es la mayor inversión y estamos contando con estos avances tecnológicos para poderlo hacer.
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