Un hábito es una costumbre que se vuelve repetitiva, que puede iniciar de forma consciente pero que un momento determinado ya se vuelve inconsciente. El hábito va a depender de la frecuencia con que yo lo realice, de la fuerza con la que ejerza o realice ese hábito y de la cantidad de veces que lo repita, en mayor o menor medida va a afectar las estructuras del sistema estomatognático por ende sus funciones.
¿Cuáles son los tipos de hábito más comunes que se pueden presentar y que pueden afectar el sistema estomatognático? Está la succión digital: en los niños que constantemente están introduciendo uno (1), dos (2) y hasta tres (3) dedos en su boca, la respiración oral: aquel niño que siempre respira por boca aun sin tener ninguna dificultad a nivel de la nariz, la succión de chupo o del tetero de forma constante y de forma repetitiva, el bruxismo que consiste en apretar de forma repetitiva y fuerte los dientes y la onicofagia: el comerse las uñas de forma constante, son los hábitos más comunes que pueden afectar las funciones del sistema estomatognático.