A nivel mundial la Carta Dental ha sido un parámetro importante en la identificación, en nuestro medio, en nuestro país ha sido reglamentada no solo como un elemento fehaciente de identificación, sino que a través de la Ley 38 de 1993 se estipuló para mejorar esa identificación que las cartas dentales se hicieran en todas las personas vivas en los consultorios odontológicos desde la primera consulta.
La Carta Dental debe no ser solo un diagrama donde uno dibuja con ciertas convenciones, si el diente está presente o no, si tiene una enfermedad o no, sino que además debemos completar esa información con elementos como la posición del diente, los desgastes que tenga, las variaciones anatómicas que son tan importantes, estos tres (3) últimos elementos han sido de alguna manera olvidados o por más que se observen clínicamente el odontólogo o debido a la parte administrativa, a la parte de calidad, ha disminuido esa información lo que hace en muchos casos difícil la identificación en una persona.
En aras de promover o mejorar esa identificación, de promover el ejercicio profesional, en aras de auxiliar a la justicia, en aras de ser buenos ciudadanos y profesionales deberíamos mejorar toda la descripción cuando hacemos un examen clínico- dental.
La ley 38 de 1993 se creó para unificar dos (2) elementos fehacientes: la Dactiloscopia y la Carta Dental, en el caso de las huellas dactilares o Dactiloscopia la Registraduría Nacional ha hecho un muy buen trabajo generando un archivo digital de las huellas dactilares de los colombianos; ésto lo observamos sobre todo cuando la persona cumple 18 años y va a expedir su cédula de ciudadanía.En el caso de la carta dental no ocurrió esto, hoy todavía tenemos instituciones que manejan su propio odontograma, universidades, instituciones privadas o públicas y en lo único que nos hemos podido poner de acuerdo ha sido como en 3 o 4 convenciones.
Aunque la tecnología es un apoyo importante para nosotros, existen hoy softwares de historias clínicas y odontogramas no hemos unificado como Estado los ítems, las convenciones y las reglamentaciones de ese odontograma para que sea un idioma universal, que sea igual para todos y que se pueda estandarizar para poder llenar los elementos de identificación de cada uno de nuestros pacientes.