En nuestra sociedad es cada vez más evidente la realidad lamentable, pero urgente de abandono hacia los adultos mayores, una población valiosa y con una riqueza de experiencias que a menudo se ve relegada y excluida. El abandono al adulto mayor es una problemática que no solo se da a los asilos, sino que también inicia en nuestros hogares. Tú puedes estar cayendo en el fenómeno del abandono y aún no te has dado cuenta. Quédate en este artículo para conocer los tipos de abandono al adulto mayor para que juntos fomentemos un cambio positivo para brindar el apoyo y la atención que merecen nuestros seres queridos de la tercera edad.
¿Qué es abandono?
Cuando un integrante del núcleo familiar comienza a hacerse mayor y afronta padecimientos que van limitando su autonomía, la familia cercana entra muchas veces en un conflicto. Es momento de asumir responsabilidades y tomar decisiones que no son fáciles. Ante la falta de familiares que puedan cuidar de forma permanente al adulto mayor, muchas familias deciden llevar a sus adultos mayores a un hogar geriátrico y es común escuchar juicios y críticas de personas a su alrededor que se preguntan cómo hace una persona para dejar a su papá, a su mamá, en un asilo, señalando esta decisión como un tipo de abandono.
Pero hoy tenemos que hablar de una realidad que nos atropella. Y es que el abandono no tiene que ver directamente con los asilos, que se tratan de establecimientos especializados en el cuidado a esta edad tan delicada. Muchas veces el abandono al adulto mayor empieza en casa.
Sea que nuestro adulto mayor esté en nuestra casa, en la de un familiar, que viva solo o que se tome la decisión de enviarlo a un asilo, lo que define el abandono es que tanto tiempo se le dedica a esa persona. El problema es que muchas personas dicen: “Yo comparto con mi papá, con mi mamá, con mi abuela”, pero ¿Qué tiempo de calidad compartes con él o con ella?
¿Cómo reconocer si en mi hogar se vive un caso de abandono? Exploremos los tipos da abandono al adulto mayor que muchas veces pasan desapercibidos y pueden estar empeorando la situación emocional y de salud de tu padre, madre, abuelo o familiar en la etapa de la vejez.
¿Vacaciones? Puede tratarse de un Abandono Transitorio
El abandono transitorio ocurre cuando se produce un descuido temporal por parte de la familia o cuidadores responsables. Este tipo de abandono se caracteriza por dejar al adulto mayor solo y desatendido durante un periodo determinado, por ejemplo, cuando llega la época de Navidad y las familias se van de paseo, dejando en casa, con buenos o malos cuidados, al integrante más viejo, que presenta dificultades para desplazarse y puede ser un obstáculo para el viaje. Aunque pueda considerarse como una situación temporal, el abandono transitorio puede tener un impacto significativo en la salud física y emocional del adulto mayor, generando sentimientos de soledad, desamparo y deterioro de su calidad de vida.
No se trata de satanizar las vacaciones, pues son necesarias para descansar y salir de la rutina en familia, pero ¿quién saca la rutina hacia adulto mayor? Muchas familias se esfuerzan por buscar un cuidador, un asilo o una compañía para irse tranquilos, pero ese adulto mayor estuvo solo, o al menos sin la compañía de quienes son sus familiares más cercanos, las personas que más apreció en su vida.
Abandono Invisible: Un abuelo solo en medio de su familia
En otras ocasiones no es necesario irse de la casa para que el adulto mayor viva el abandono. En el abandono invisible, a diferencia de otras formas de abandono más evidentes, la persona anciana vive en un entorno familiar aparentemente numeroso y activo, pero carece de la atención y cuidado adecuados. A menudo, los miembros de la familia asumen erróneamente que la presencia de otros miembros en el hogar es suficiente para brindar compañía y apoyo a la persona mayor. Sin embargo, en realidad, no se les presta la atención necesaria a sus necesidades de salud, emocionales y afectivas.
La persona anciana puede sentirse invisible, desatendida y excluida, lo que puede llevar a sentimientos de soledad, aislamiento y deterioro en su bienestar general. El abandono invisible requiere una mayor conciencia y compromiso por parte de la familia para brindar un cuidado adecuado y asegurar una calidad de vida digna para los adultos mayores.
Abandono Voluntario: Un reflejo de la soledad en casa
Muchas veces los adultos mayores son lo suficientemente autónomos para verbalizar su interés por retirarse a un hogar geriátrico. En este caso las familias son muy empáticas diciendo: “no, es que mi mamá decidió irse a un asilo, es decisión de ella” pero no se tiene en cuenta que tal vez esta persona se está sintiendo tan sola y tan agobiada en su hogar que su mejor opción es compartir con otras personas, así sean desconocidos, para forjar lazos que le permitan una vida plena. Es fundamental que los adultos mayores generen lazos de cariño y compañía para su salud y bienestar, ya que el contacto social y emocional juega un papel crucial en su calidad de vida. Establecer relaciones afectivas y contar con una red de apoyo social les brinda un sentido de pertenencia, afecto y conexión con los demás. La interacción regular con familiares, amigos y comunidad les proporciona estímulos cognitivos, emocionales y físicos que promueven su bienestar general. Además, la compañía y el cariño contribuyen a prevenir la soledad, la depresión y el aislamiento social, problemas comunes en la población adulta mayor.
Abandono Permanente
Este tipo de abandono es el más conocido, pues se da cuando el adulto mayor es dejado en un asilo u hogar geriátrico y son poco visitados. Es muy recurrente que las familias y la sociedad señalen estos centros como malos, argumentando que prestan un mal servicio y que están directamente relacionados con situaciones de abandono. La realidad es que los asilos prestan un servicio de calidad en su mayoría y el que sea una situación de abandono depende de las familias. Si la familia se desvincula del abuelo, ese proceso termina siendo un abandono permanente. Si tú piensas en la calidad de vida, en la salud mental de adulto mayor y lo llevas a un asilo porque necesita cuidados especiales, está bien, pero si tú te desvinculas de ese proceso, lo dejas de visitar, lo dejas de escuchar, lo dejas de acompañar estarías cayendo en un abandono permanente.
Aunque los psicólogos y profesionales de la salud geriátrica desempeñan un papel crucial en el cuidado y bienestar de los adultos mayores, es importante destacar que ni el mejor profesional puede suplir por completo la atención y el amor que una familia puede brindar. La presencia y el apoyo familiar son fundamentales para el bienestar emocional y psicológico de una persona mayor. El calor humano, la conexión emocional y el cuidado constante que proviene de los seres queridos son aspectos insustituibles en la vida de un adulto mayor. La familia no solo ofrece una sensación de pertenencia y seguridad, sino que también proporciona un contexto de vida en el que las experiencias compartidas, los lazos afectivos y los recuerdos construyen un soporte emocional invaluable.
Cuidemos a nuestros abuelos
Es fundamental reconocer que los adultos mayores son una parte integral de nuestra sociedad, y su bienestar debe ser nuestra prioridad. La invitación es a que analicemos qué tipo de acompañamiento estamos haciendo con ese adulto mayor, ¿qué tiempo de calidad le está dedicando ese adulto mayor? Porque de eso se define su salud mental, su estado de ánimo, sus capacidades físicas y cognitivas. Cuando una persona interactúa menos dentro de su núcleo familiar, pierde capacidades, llega la depresión, llega la demencia, llegan muchas enfermedades que nos agobian y que es difícil entrar en la etapa de la vejez y más sabiendo que vamos a estar solos y abandonados.
Si este tema te interesó y quieres saber muchísimo más, te invitamos a ver los videos que hicimos con Andrea Salazar, psicóloga especializada en intervenciones psicosociales y directora de la Fundación Psicóloga de Abuelos, quien con su fundación busca mitigar ese fenómeno del abandono y para que las familias también tengan estrategias para afrontar el tema de la vejez.