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¿Qué es Salud mental? Consejos importantes

El tema que nos convoca hoy, es el concepto de salud mental. Para poder hablar de salud mental, es importante hablar de salud y enfermedad; cuando hablamos de salud, desde la Organización Mundial de la Salud, estamos convocados a un concepto de un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o de enfermedades, lo cual para los profesionales de la salud es un concepto un poco difícil de lograr o de llevar a la realidad en su totalidad, sin embargo, es lo que nos lleva a trabajar todo el tiempo. ¿Qué es enfermedad?La enfermedad se podría tomar como un daño o un deterioro a nivel físico, mental o social, no habría posibilidad de estar sano en un 100% porque entre otras cosas, la salud desde esta perspectiva no depende solo de mí, sino del entorno en el cual yo me estoy moviendo. Si vamos a hablar de salud mental encontramos el concepto de bienestar en el que la persona utiliza sus capacidades y es capaz de hacer frente a la vida personal, familiar, laboral y comunitaria a pesar de las presiones que el entorno en sí mismo genera, es decir, tiene que hacer uso de sus recursos propios para enfrentar lo que cotidianamente ocurre a su alrededor.

¿Qué sería enfermedad mental? Es un modo de estar en el mundo o en el entorno en el que me muevo que me impide el desempeño en una o varias áreas en las que yo me desenvuelvo.

Hay una afectación a nivel de mi salud física o a nivel de mi trabajo o de mi familia que me genera un malestar. Las personas que están afectadas en su salud mental experimentan una afección o un malestar en su forma de pensar, en el humor, en la forma de comportarse, esto no los afecta solo a ellos, sino también al entorno en el que se están moviendo; esto nos lleva a otro asunto que también es lo normal o lo anormal que lo hablaremos un poco más adelante. La enfermedad mental puede aparecer de una manera ocasional o puede ser también un estado de larga duración, lo importante es que afecta la posibilidad de yo estar como cotidianamente estaba en ciertos escenarios de mi vida, es muy importante aclarar que los problemas mentales son comunes, cualquiera puede tener una afección a nivel de salud mental, puede ser diagnosticado en algún momento de su vida y puede llevar una vida cotidiana, lo único que hace la diferencia es el hecho de necesitar ayuda o no.

El concepto de lo normal y lo anormal Esto es muy controvertido en este momento, más ahora que estamos en un escenario en el que todo es tan relativo, como lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer depende de una cantidad de cosas. Se relaciona sí o sí con lo que socialmente está o no aceptado y eso sin lugar a dudas es travesado por lo moral, lo religioso.Vamos a definir el concepto de lo normal y lo anormal de una manera muy simple: lo normal es aquello que yo hago en mi cotidianidad que no genera daño o riesgo para mí o para el entorno en el cual yo me estoy moviendo, eso indudablemente requiere una ética personal y social que me invita a cuestionarme o a ser cuestionado cuando lo que yo hago, influye en mi desempeño cotidiano o en el de otras personas.En este momento estamos en un tiempo de cuarentena y quienes salen sin protección pueden decir “normal, yo soy libre, no me importa si me contagio”, pero cuando eso implica el riesgo para otros, es cuando aparece la necesidad de cuestionamiento, de un límite que viene a nivel externo. Lo mismo pasa con la enfermedad mental, es normal que todos estemos tristes alguna vez, pero cuando esa tristeza implique que yo deje de trabajar, deje de cuidarme físicamente, de alimentarme o que los que viven en mi casa tengan que estar todo el tiempo soportando mi mal genio, mis ganas de no hacer nada, mis estallidos de irascibilidad, allí es cuando empieza a aparecer la señal de que algo está pasando y que algo debo hacer con eso.

Los determinantes de la salud mental Si estamos hablando de salud mental, decimos que es un aspecto personal o individual, pero que naturalmente está determinado por factores sociales, psicológicos, biológicos, por ejemplo, las presiones socioeconómicas hacen que mi salud mental pueda afectarse o el entorno en el cual yo me muevo, etc.

¿Qué puede afectar mi salud mental? Puede afectarla los factores biológicos, la genética, la química de mi cerebro puede hacer que yo me comporte de una manera distinta y eso se suma también a experiencias de vida, situaciones traumáticas, experiencias de abuso, antecedentes familiares también de problemas de salud mental, el estilo de vida, la dieta, la actividad física, el consumo de sustancias o no; no es un solo aspecto el que determina si yo voy a tener una enfermedad mental o no, es una sumatoria de cosas, es decir, yo puedo haber tenido una vida con experiencia de abusos y eso no necesariamente es suficiente para.

El concepto de diátesis estrés nos habla de qué es la confluencia de todos esos factores estresantes, más mi historia de vida, más factores biológicos que pueden incidir que pueden ser un caldo de cultivo para que yo sea más propensa a la enfermedad mental o no, no es un solo factor, sino que es la sumatoria más las experiencias que yo voy teniendo, las que se generan en protectoras o en generadoras de la enfermedad mental. La mala salud mental se asocia también a cambios sociales rápidos, intempestivos, aspectos inesperados, a condiciones de trabajo estresantes, por ejemplo, a situaciones de exclusión social, a modos de vida poco saludables, aspectos del entorno como la violencia, pero también a la mala salud física, situaciones de derechos humanos, por ejemplo, que muchas personas de nuestro país algunas veces tienen que enfrentar, ahí es donde podemos ver que es una sumatoria de factores.

¿Cuáles son las señales que las personas pueden leer como indicadores de que podría estar generándose alguna situación de daño en la salud mental?

  • Los cambios de hábitos alimenticios o de sueño, es decir, hipersomnia o insomnio, tanto el exceso como el defecto pueden ser señales de que algo está pasando; es una sumatoria, no una sola de las señales, sino que van apareciendo varias.
  • Aislarse de los otros o de actividades que antes se notaba claramente que la persona disfrutaba mucho.
  • Tener mucha energía o muy baja energía.
  • Los sentimientos de vacío como si ya nada me importara, como si todo me diera igual.
  • Aparición de dolores y molestias que no logro explicarme físicamente.
  • Sensación de impotencia, de desesperanza, de no futuro.
  • El incremento en el consumo de cigarrillo, de bebidas o de drogas que no eran cotidianas o que vienen a aparecer esos consumos con mayor regularidad.
  • La sensación de estar confundido, estar olvidadizo, enojado y molesto la mayor parte del tiempo.
  • Exceso de preocupaciones o de susto sin alguna razón aparente.
  • Los cambios de humor severos que causan problemas en las relaciones en el entorno en el cual me estoy moviendo.
  • Pensamientos que son recurrentes y que no logro sacarme de mi cabeza, generalmente que son pensamientos negativos o catastróficos.
  • Escuchar voces o empezar a creer cosas que no son ciertas o que se salen de la racionalidad.
  • El pensamiento de lastimarse a sí mismo o de lastimar a otros.

En el cuidado de la salud mental, la preservación de la vida es algo fundamental y muchas veces existen mitos en relación a esto de lastimarse; “si dice que se quiere morir es por llamar la atención o es porque no lo va a hacer, el que se va a matar no habla”, no es tan simple y claramente se ha mostrado que las personas con deterioro en su salud mental tienen un riesgo mucho más alto de atentar contra su vida y generalmente han dado señales que nosotros no hemos sabido leer. Otros aspectos son, por ejemplo, no poder realizar sus tareas cotidianas como cuidar a sus hijos, ir al trabajo, ir a la escuela como iba cotidianamente, en resumen, dejar de hacer o bajar la capacidad de hacer las cosas que antes se podían hacer de una manera tranquila.

Cuáles son las acciones que nosotros podríamos emprender en la vida cotidiana para propiciar nuestra salud mental adoptando modos de vida que favorezcan ese bienestar y también el cumplir nuestra cuota de responsabilidad individual en relación a la salud mental:Hay un aspecto fundamental y muchas veces mal comprendido y es el cuidado de la espiritualidad, diferente a lo religioso. La espiritualidad como esa posibilidad de relacionarme conmigo mismo, con mi interior, y para eso cada uno tiene sus formas; algunos la oración, otros la meditación, otros simplemente el silencio, es un aspecto muy olvidado y necesario para cuidar integralmente la salud mental. El cuidado de las relaciones, el estar atento a la calidad de los pensamientos. Yo le hablo cotidianamente a mis pacientes de la película, esa película que yo me voy armando en mi mente, si es una película positiva, si es una película negativa, si es una película catastrófica. Cuando se habla de cuidar el pensamiento, no es necesariamente meterme ideas en la cabeza, de como que nada está pasando y que el mundo es maravilloso, no.

Es estar pendiente que mi mente no me esté jugando malas pasadas en anticipar siempre un futuro negativo o dañino para mí. Estar atento al cuerpo, la economía influye mucho en la forma en cómo me estoy sintiendo, paradójicamente cuidar la capacidad que tengo de gastar o de no meterme en obligaciones que luego no voy a poder cumplir, influye también en el cuidado de mi salud mental. Enfrentar el estrés de la vida cotidiana, contribuir también con el entorno o comunidad con la que me muevo, cuando yo siento que soy una persona útil para los otros, qué puedo aportarles a los otros, a una sociedad, a un lugar en el que me muevo, eso me va a ser sentir mejor conmigo mismo y en esa medida estoy cuidándome.Cuando puedo trabajar de una manera productiva, hacer uso de mis habilidades, reconocerlas y colocarlas a mi servicio y al servicio de otras personas. En resumen, cuidar la salud mental es buscar un equilibrio entre el bienestar emocional, psicológico, social, económico y por lo tanto no creo que exista un resultado último u optimo, sino que es un trabajo constante.

La salud mental es como la felicidad, todo el mundo habla de eso, muchas personas creen que alguien ya lo encontró y que ellos no han podido hacerlo y finalmente es una búsqueda o trabajo constante, una meta a la que nunca se llega, pero por la que siempre se trabaja.

¿Qué debo hacer si creo que tengo un problema de salud mental? Si yo ya activé unos recursos personales, si ya busqué alternativas de hablar con otros, de reconocer que hay algo que no está bien y definitivamente siento que no puedo, hay que buscar ayuda; la ayuda está dada en la psicoterapia, en los medicamentos y eso implica otra vez una invitación a la responsabilidad.

No es el medicamento que le sirvió a mi amiga, ni es el terapeuta que le sirvió a mi amiga; es en el caso de la psicoterapia, alguien con quien yo me conecto  bien y que me gusta su discurso, con quien me siento en confianza y los medicamentos son los que me ha prescrito un profesional en la dosis adecuada de acuerdo a la lectura que ha hecho de mi sintomatología y que no implica necesariamente que voy a quedarme así toda la vida, sino que es una ayuda como la que hace cualquier otro medicamento; si tengo fiebre me mandan unas pastillas por cierto tiempo y después la fiebre se me quita y yo ya puedo seguir mi vida normal, algo similar pasa en el caso de la enfermedad mental y hablamos de la mayor calidad, de una expectativa de mejor resultado cuando trabajamos con tratamientos multimodales, es decir, juntamos el efecto que tiene la psicoterapia más los medicamentos, más la ayuda que el paciente puede tener en su entorno familiar o social y todo eso junto nos va a generar mayor posibilidad de bienestar.

El tema de salud mental es un tema amplio en el que hay muchos aspectos que tendríamos por abordar y la idea es invitarlos a que a través de Tu Salud Guía continuemos en contacto compartiendo otros temas que puedan ser de su interés.

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