La sexualidad consciente y la infidelidad
La infidelidad, uno de los temas más recurrentes en el acompañamiento que hago a parejas. Hoy quiero compartirles la visión que tenemos desde las constelaciones familiares, la sexualidad consciente y la infidelidad para que comprendamos esas dinámicas que muchas veces desde el dolor, desde la ruptura que genera esta situación en el mundo de la pareja, no nos permite comprender por qué a veces estamos repitiendo el patrón de la infidelidad; para quienes son infieles y tienen otras parejas paralelas a su pareja estable, con la que están construyendo un proyecto de vida, pero también para aquellas personas que me dicen por qué siempre termino relacionado (a) con una pareja que termina yéndose con otra persona o que termina llevando su energía sexual a otro lugar.
Desde las constelaciones familiares y desde la mirada sistémica en la psicología, comprendemos que una pareja crea un nuevo sistema. Siempre la propuesta desde la salud y el bienestar, desde la potencia psicológica es dejar el mundo de papá y mamá, dejar la familia de origen, salir de allí para ir a construir una nueva pareja, un nuevo sistema donde ya no es cómo lo hacían en tu familia, cómo lo hacían en la mía, sino cómo vamos a construir nosotros dos nuestras propias reglas, nuestras formas de relacionarnos. Cuando dos seres humanos, sean heterosexuales o parejas diversas, deciden salir de sus familias de origen para dar ese paso en la construcción de una nueva familia, se comprometen en algo muy importante y es en ser compañeros a través del intercambio de energía sexual, energía sexual que no solamente es la energía que se comparte en el coito, es una energía que se comparte en la caricia, en la mirada, en la cotidianidad. Cuando uno de los miembros de la pareja no se está haciendo cargo de esa energía, pensemos en un tren a vapor, es un sistema a vapor que tiene tres válvulas, ¿Qué sucede si una de esas válvulas se obtura? ¿si una de esas tres válvulas se tapona? que el exceso de energía calórica, el exceso de vapor va a disparar las otras dos válvulas.
¿Qué me encuentro yo en los sistemas familiares o en los sistemas de parejas que acompaño? que cuando uno de los dos miembros de la pareja no se está haciendo cargo de la sexualidad, la niega, no le da el lugar que le corresponde, cuando no estamos en equilibrio entre el dar y el recibir, hay una sobrecarga de esta energía y esto no es una disculpa para hacer una apología a la infidelidad ni mucho menos, sino para que entendamos qué está pasando y por qué cuando desde las constelaciones decimos en una infidelidad los dos miembros de la pareja tienen responsabilidad es porque uno de los dos no se está haciendo cargo de lo que le corresponde, bien sea en el juego sexual y en la intimidad, en la comunicación, en la posibilidad de ser con el otro. ¿Qué sucede? que ese plus de energía que no se puede tramitar en la pareja va a llevar a ese miembro a que se siente sobrecargado, que no se siente escuchado, que no puede ser libre con su pareja, que no puede tener un compañero o una compañera que lo acompañe en el desarrollo de una vida sexual plena, esa energía va a comenzar a buscar una salida, así como el agua, cuando tú la represas, ella va a buscar salir por cualquier lugar y una de las formas más dolorosas en la que la energía sexual se manifiesta y sale, es a través de la experiencia de la infidelidad; muchos seres humanos inclusive sufren porque me dicen “Liliana yo no quiero seguir buscando mujeres o hombres afuera, yo quisiera tener toda esta energía disponible para mi pareja, pero no encuentro allí un par, no encuentro allí un ser humano que quiera seguir evolucionando”, creen que con el “abc” que conocen, que les enseñó la pornografía o los amigos, que con eso es suficiente, no, la sexualidad hoy nos está haciendo un llamado y por eso hay tanta crisis en el mundo relacional y de las parejas porque de sexualidad sabemos muy poco, somos ignorantes en toda esa grandeza de lo ella nos propone, en lo lúdico, en lo creativo, en la potencia, en lo sanadora, en lo que es ampliar también las posibilidades del placer y si nosotros no le estamos dando lugar que le corresponde en la pareja, esa sexualidad va a fugarse; aquí recuerdo muchas parejas que he acompañado precisamente en eso de cultivar la energía sexual en la pareja, traer la energía sexual nuevamente a la pareja para seguirla potenciando, pero se necesita de los dos, cuando un solo miembro de la pareja se está haciendo cargo de aprender sobre sexualidad consciente, de generar sus prácticas, de cultivarse, de ampliar la mirada y el otro definitivamente no, por miedo, por tabú, por prejuicios, muchas parejas dicen ¿sexualidad consciente? eso suena como religión, sexualidad sagrada, eso suena como a misticismo, y sí claro, sí tiene que ver con lo espiritual, pero no necesariamente con prácticas religiosas, desde donde comprendemos la religión. La sexualidad sí nos religa, nos vuelve a vincular porque es la energía de la conexión, pero no tiene que ver con ninguna institución religiosa, tiene que ver con la conciencia corporal, con la capacidad de comprender, por ejemplo, por qué una mujer anorgásmica o una mujer que tiene vaginitis después de las relaciones sexuales, una mujer que tiene miomas, que tiene endometriosis está reteniendo allí información porque su sexualidad no se está gestionando de una manera plena, se retiene esa energía y comienza a dañar también los sistemas biológicos.
Al comienzo, las primeras manifestaciones son de somatización, muchos médicos se encuentran con estos síntomas y finalmente terminan enviando a las personas a psicología porque no encuentran realmente una génesis en lo biológico y claro, es que en el mundo psicológico, en el mundo emocional, cuando la energía de la sexualidad está reprimida, abusada, maltratada, esa energía se va a manifestar como dolor, neurosis, histeria, como una manifestación biológica a la cual le damos el nombre de enfermedad, pero no comenzó en el cuerpo. De igual manera los hombres, me encuentro a muchos hombres con niveles de ansiedad, agresión, hombres que están también en la vida laboral viviendo frustraciones muy grandes, quiebras inclusive porque no están vehiculizado esa energía sexual de una manera armónica. Muchos hombres, lo digo sobre todo en mi cultura, yo soy colombiana y en mi cultura la sexualidad para los hombres ha sido dividida, los hombres eligen una mujer buena para casarse y tener hijos, pero la cultura les dice que esa mujer buena con la que tienen los hijos, no es la mujer con la que van a vivir plenamente su sexualidad, después de que la mujer se convierte en madre, muchos hombres me dicen “Liliana, yo no puedo, no sé cómo mirar a mi esposa nuevamente con deseo después de que mi hijo nació, la veo como una madre santa y sagrada”, quiere decir que la sexualidad ha sido excluida de los sagrados, ha sido pauperizada, que la sexualidad es algo malo, es un pecado y por eso, los hombres no pueden integrar a esa mujer, madre de sus hijos a la que aman, con la mujer con la que también disfrutan plenamente su placer sexual; son muchos hombres los que sufren precisamente por esa división psíquica a través de estos caminos de las constelaciones familiares y de la sexualidad consciente, hemos encontrado herramientas maravillosas para permitir tanto que hombres como mujeres comiencen a integrarse sexualmente y dejen de estar llevando su energía afuera, buscando restablecer algo que es tan vital como la alimentación, la sexualidad no está al final, es tan importante como alimentarnos, quien cultiva y cuida su sexualidad cultiva también su alma, cultiva la conexión con la vida y con el erotismo, es una persona que puede entregarse sin miedo, es una persona que no está reprimida, que también conoce el límite porque es otro asunto muy importante. En el caso de hombres y mujeres que tienen deseo de conexión, muchos hombres y muchas mujeres tienen muchas parejas y están con varias personas porque realmente lo que desean es conexión profunda y al no encontrarla buscan en uno, buscan en otra, buscan más allá y están entregando toda esa energía en unas transacciones que finalmente los van dejando vacíos y esta no es una visión moralista porque también hay apuestas por lo que llaman el poliamor, pero que requiere consciencia, lo que yo siempre digo como terapeuta es, aquí no estamos los terapeutas, ni las personas que estamos trabajando desde las constelaciones la sexualidad consciente para juzgar a nadie en su camino, estamos para acompañarlos a que se hagan conscientes si realmente si están siendo libres en esas elecciones, sea una elección de diversidad sexual, de parejas abiertas, sea de matrimonio y monogamia porque también la monogamia es una conquista. La monogamia no se impone, no se exige, es producto de una pareja que puede intimar, de una pareja que se puede acompañar y que no excluye la sexualidad. Y no puedo excluir la sexualidad y dedicarme a ser únicamente madre dándole toda mi energía solo a mis hijos, negando esa relación que tengo con mi compañero o con mi compañera si soy padre y olvidándome de que ahí también hay una necesidad de cultivar esa relación a través de la energía sexual, si yo hago eso, las consecuencias definitivamente van a hacer que esa energía se va a fugar.
Hay un autor, fue maestro también en la formación como consteladora Joan Garriga, les recomiendo uno de sus libros, “El buen amor en pareja” y en ese libro van a encontrar que él habla de que, muchas veces esos terceros que llegan a la pareja, llegan a generar crisis, pero es una crisis que quiere que la pareja se sacuda, que la pareja vea lo que no está viendo, que se dé cuenta que se está olvidando de algo importante, que lo fundamenta, que están los cimientos de la construcción de pareja y es la sexualidad. Así que, la invitación que quiero hacerles a través de este vídeo, de mirar la infidelidad a través del lente de las constelaciones y de la sexualidad consciente, es una invitación para que comencemos a darle el lugar que se merece la sexualidad, para que comencemos a cultivarla al interior de la pareja porque allí vamos a encontrar tesoros maravillosos para seguir compartiendo con nuestra pareja desde la ética, desde el respeto, pero también liberándonos de todas esas restricciones y miedos que nos impiden disfrutar plenamente de una sexualidad con el otro, que nos conecte con la vida, que nos saque de la amargura, de la represión, que nos sane y que nos conecte con la abundancia.