Además de hacer un diagnóstico muy completo del paciente, cuando se hace la historia clínica o más conocida como anamnesis, es importante en esa primera cita aprovechar para tener una conversación un poco más extensa, generar vínculo y conocer a fondo ese contexto psicosocial del paciente; a partir de ahí, lo más importante a considerar por los odontopediatras es el tipo de padres o acudientes que acompañan al paciente, nunca se podrá atenderlo desde un punto de vista social o legal, autónomamente.
Hay un concepto llamado patria potestad, siempre habrá un acudiente en la práctica de odontopediatría; entender si el niño viene de un ambiente de ser hijo único, tiene hermanos, ha tenido antecedentes o experiencias negativas previas, si es un núcleo familiar tradicional, si sus papás son separados, si de pronto vive con los abuelos o con una madre sustituta y entender qué estilo parental de crianza tienen esos papás; si son autoritarios, sin son más permisivos, si son ansiosos, más temerosos, pacientes que de pronto, son menos comprometidos. Es importante tratar de rescatar durante la entrevista este tipo de información, no solo preguntarla, sino por medio de la charla, de la evaluación de las actitudes, del comportamiento, de la mirada y de lo que cuenten del pasado del paciente, se va tener una mejor información que permite, además, de categorizar el comportamiento, también clasificar el contexto familiar y psicosocial de ese niño para tener mejores herramientas para intervenirlo.
Adicionalmente, la experiencia previa de los padres influye mucho sobre el comportamiento de los niños. Un papá o una mamá que hayan tenido experiencias traumáticas en su infancia, que estén temerosos frente al tratamiento, de una manera directa o indirecta siempre van a influenciar a ese niño en su comportamiento y puede que sea negativo o positivo; si tuvieron una buena experiencia eso ayuda a que el paciente esté más dispuesto y sea más colaborador; en el caso contrario, unos padres que en la infancia les hicieron un procedimiento doloroso o traumático va a influir definitivamente en ese comportamiento y en la misma consulta.
Hay muchos estudios que demuestran que por la ansiedad materna o paterna están directamente relacionadas con comportamientos negativos, una mamá que esté nerviosa (así no se lo diga al niño), pero le está tomando la mano y esté sudorosa e inquieta, ese lenguaje corporal ansioso se lo transmite al niño, por eso en nuestro trabajo es importante que hablemos con los papás y si es necesario en una cita independiente o que el niño no esté presente, para explicarles la importancia de que ellos sigan nuestras recomendaciones, de que si están de pronto muy ansiosos, se retiren, que nos permitan a nosotros hablar tener realmente el control sobre ese aspecto emocional que incide definitivamente en el comportamiento del niño en la consulta.