El mundo de hoy viene cobrando una gran importancia y gran vigencia.
¿Cuál es el nivel de interacción que existe entre un profesional y en este caso sus pacientes?
No es difícil encontrar que hay muchos pacientes que entran en un alto nivel de deserción con sus profesionales porque no hay el suficiente nivel de empatía, la suficiente confianza o escucha, entonces van y buscan esas cosas en otro tipo de profesionales y que particularmente en muchos momentos son las que generan un grado de acercamiento y de confianza muy alto y más aún cuando se va a invadir una zona tan privada como es la boca; un grado de cura, porque lo que debe hacer realmente un odontólogo, debe ser curar a sus pacientes así sea a través de prevención o de intervención.
El mundo de hoy, está exigiendo cada vez esa atención centrada en el paciente; no un profesional que llega a consulta y para poder llenar la anamnesis u otra serie de requisitos, no se le mira a los ojos al paciente, no se le escucha, no se le genera un comentario de tranquilidad, una sonrisa, un mirar a los ojos, una compenetración con esa persona, de tal forma que haya un nivel empático que conlleve a entender por parte del paciente y por parte del profesional en odontología, que lo que se está dando allí es una interacción, inicialmente de emociones y sentimientos, es un factor psicológico.
¿Entonces allí qué se exige?
Se debe exigir inicialmente el odontólogo, así como hablábamos de revisar tipos de personalidad en el paciente, revisar cuál es el tipo de personalidad.
¿Será que por mirar el computador no estoy mirando a los ojos al paciente?
Y de hecho, a veces lo que busca un paciente es “escúcheme y míreme a los ojos y por favor sea claro en qué es lo que yo requiero”.
Ahí, hay un factor fundamental empático, ese factor también se puede apoyar, el odontólogo de igual forma como lo hace, cuando se revisan los tipos de personalidad y su incidencia en el consultorio odontológico, cuál es el tipo de personalidad que presenta ese odontólogo que incida negativa o positivamente en la relación odontólogo con las personas que lo consultan.